Perfil
Mali, en el oeste de África, es un crisol de creencias religiosas que refleja su rica herencia cultural. El islam es la religión predominante en Mali, y la mayoría de la población practica una forma moderada de sunismo. Las mezquitas, como la Gran Mezquita de Djenné, son centros espirituales y arquitectónicos emblemáticos que reflejan la profundidad de la fe islámica en la vida cotidiana.
Además del islam, persisten prácticas animistas y tradicionales africanas en comunidades rurales. Estas creencias, arraigadas en la conexión con la naturaleza y el culto a los antepasados, coexisten en armonía con el islam.
A pesar de la predominancia del islam, Mali también ha sido hogar de comunidades cristianas, aunque su presencia es minoritaria. Iglesias como la Catedral de Bamako son testimonios de la diversidad religiosa que ha caracterizado a Mali a lo largo de los años.
La coexistencia de estas distintas tradiciones religiosas refleja la tolerancia y la diversidad que enriquecen la identidad cultural y espiritual de Mali, contribuyendo a la singularidad de este país en el continente africano.