El turismo en África es un motor económico crucial que contribuye significativamente al PIB de muchos países del continente. Genera empleo directo e indirecto en sectores como la hostelería, el transporte y los servicios. Países como Sudáfrica, Marruecos y Kenia son líderes en la atracción de turistas internacionales, lo que impulsa el desarrollo de infraestructuras y mejora la conectividad. Sin embargo, la distribución del turismo es desigual; mientras que algunas regiones prosperan, otras, especialmente las menos desarrolladas, no se benefician tanto. El reto es lograr un desarrollo turístico más equitativo que promueva la sostenibilidad y reduzca las brechas económicas entre regiones.