Economía
Hoy en día Angola tiene una economía que se encuentra en el desorden debido a un cuarto de siglo de guerra casi continua. A pesar de sus recursos naturales abundantes, su ingreso per cápita está entre los más bajos del mundo. La agricultura de subsistencia proporciona el sustento principal para el 85% de la población. La producción de petróleo es vital para la economía, que contribuye aproximadamente el 45% al PIB y el 90% de las exportaciones.
Pese al acuerdo de paz firmado en noviembre de 1994, la violencia sigue y millones de minas permanecen enterradas en las tierras, por lo que muchos granjeros están poco dispuestos a volver a sus campos. Por lo tanto, la mayor parte del alimento del país todavía debe ser importado. A pesar del paso de la guerra civil del año 1998, la economía creció un 4% estimado en 1999. El gobierno introdujo nuevas denominaciones monetarias en 1999, incluyendo 1 y 5 kwanzas.
Angola es el segundo país de África con mayor crecimiento económico en las últimas décadas.[cita requerida] En 2009 su PIB fue de 114.400 millones de dólares. La producción de petróleo en 2005 alcanzó 1.400.000 barriles de crudo, con una previsión de más de 2.000.000 para 2019.[cita requerida] Su explotación se ha consolidado en un conglomerado de empresas denominado Sonangol Group., propiedad del gobierno. El 14 de diciembre de 2006 Angola fue admitida en la OPEP, adquiriendo la condición de nuevo miembro el 1 de marzo de 2007. Los principales yacimientos del país se encuentran en las aguas territoriales de Cabinda.
La economía de Angola creció el 18% en 2005, el 26% en 2006 y el 17% en 2007.[cita requerida] A pesar de este crecimiento económico, y la estabilidad económica alcanzada en el año 2002, afronta grandes problemas sociales y económicos, en parte como consecuencia de los conflictos continuos desde 1961 – pero cada vez más como resultado de la combinación de un régimen político autoritario, de prácticas «neo – patrimoniales» a todos los niveles del Estado y de una corrupción omnipresente. El segmento social política y económicamente dominante aprovecha de un modo muchas veces vertiginoso el desarrollo económico del país, y el mismo desarrollo permite la constitución de diferentes «clases medias». Al mismo tiempo, cerca de la mitad de la población se encuentra en situación de pobreza, con grandes diferencias entre las zonas rurales y urbanas. Una encuesta realizada en 2008 por el Instituto Nacional de Estadística de Angola indica que en el campo 58% de las personas eran pobres, de acuerdo con los criterios de la ONU, pero en las ciudades (donde se concentran más de 50% de la población) solamente 19% (total del país: 37%). En las ciudades la mayoría de las familias, para allá de las clasificadas como pobres, es forzada a adoptar una variedad de estrategias de supervivencia. En el Índice de Desarrollo Humano de la ONU Angola figura siempre entre los países peor colocados.