Economía
En el momento de su emancipación del Reino Unido, el 30 de septiembre de 1966, era considerada una de las veinticinco naciones más empobrecidas del planeta. Sin embargo, su subsuelo rico en minerales —especialmente diamantes— y una gestión prudente por parte del Gobierno central, permitieron la construcción de una sociedad considerada democrática y estable.26 Esta bonanza se ve amenazada debido a la sobredependencia de su sector minero, así como por la enorme epidemia de VIH-SIDA que asola la nación a través de todos los segmentos de su población.
Mochudi, uno de los mayores poblados del país.
Desde la independencia, Botsuana ha experimentado el más rápido crecimiento de renta per cápita en el mundo. El crecimiento económico ha sido de un 9% anual de 1966 a 1999. El país ha registrado déficits fiscales en 2002 y el 2003, y una deuda exterior insignificante. Tiene la mejor calificación crediticia de riesgo soberano de África (A) Standard & Poor´s y (Aa3) de Moody´s y ha acumulado reservas internacionales del orden de 5100 millones de dólares en 2003-2004. La mejora de la economía se ha construido a partir de un acertado uso de las ganancias procedentes de las minas de diamantes, una política fiscal prudente y una política exterior cautelosa.
El gasto gubernamental fue recortado un 10% en 2002-2003 con el objetivo de enfrentarse a los crecientes gastos en servicios de salud y al déficit presupuestario. La alta incidencia de infección por VIH ha afectado mucho a la población y a la economía del país. Una de cada cuatro personas está infectada por el virus. El gobierno reconoce que la epidemia afecta a la economía del país y por eso ha planificado programas que combatan la epidemia, incluyendo tratamiento anti-retroviral gratuito y un programa nacional de prevención de transmisión del virus de madres a hijos.
El déficit fiscal que mantiene el gobierno, se puede explicar en parte por un relativo alto gasto militar (dedicaba un 4% del PIB en 2004). Muchos analistas consideran esta cifra innecesaria teniendo en cuenta que Botsuana no se encuentra en una zona conflictiva, aunque el gobierno hace uso de sus tropas en operaciones multilaterales y asistencia.
Una serie de instituciones financieras puebla el sistema financiero del país, y los fondos de pensiones y los bancos comerciales son los dos segmentos más importantes por tamaño de activos. Los bancos siguen siendo rentables, bien capitalizados y líquidos, como resultado del crecimiento de los recursos nacionales y las altas tasas de interés.
Evolución histórica del producto interior bruto per cápita de Botsuana
Aunque en general está abierta a la participación extranjera en su economía, Botsuana reserva algunos sectores para los ciudadanos. El aumento de la inversión extranjera desempeña un papel importante en la privatización de las empresas estatales. Las regulaciones de inversión son transparentes, y los procedimientos burocráticos son simplificados y abiertos, aunque algo lentos. Los rendimientos de las inversiones, como los beneficios y los dividendos, el servicio de la deuda, las ganancias de capital, los rendimientos de la propiedad intelectual, las regalías, los honorarios de franquicia y los honorarios por servicios pueden repatriarse sin límites.
Debswana, la empresa minera de diamantes más grande que opera en Botsuana, es 50% propiedad del gobierno. La industria mineral proporciona aproximadamente el 40% de todos los ingresos del gobierno. En 2007, se descubrieron importantes cantidades de uranio y se proyectó que la minería comenzaría en 2010. Varias corporaciones mineras internacionales establecieron sedes regionales en Botsuana, y se prevé que se obtendrán diamantes, oro, uranio, cobre e incluso petróleo, muchos de ellos con resultados positivos. El gobierno anunció a principios de 2009 que intentaría cambiar su dependencia económica de los diamantes, ante la seria preocupación de que se predice que los diamantes se secarán en Botsuana en los próximos veinte años.
El gobierno de Mokgweetsi Masisi levantó la prohibición de la caza de elefantes en 2019 y subastará los permisos de caza a las empresas. Estas empresas las revenden luego con un margen a los cazadores de trofeos. El sur de África se ha convertido en un destino para el turismo de caza, sobre todo desde Estados Unidos.