Economía
Ruanda es un país de rentas bajas donde el 90 % de la población trabaja en la agricultura, principalmente de subsistencia, además de una pequeña producción mineral y procesamiento de productos agrícolas. El turismo es actualmente la principal fuente de renta del país, y desde 2008 la minería ha sobrepasado al café y té como principal fuente de productos para exportación, destacando la casiterita de donde se extrae estaño, además de pequeñas cantidades de berilio.
El genocidio del 1994 destruyó la frágil base de la economía, aumentó la pobreza en especial de las mujeres, y temporalmente creó dificultades para atraer capitales externos. Sin embargo, el país hizo grandes progresos para estabilizar y rehabilitar la economía a niveles anteriores al 1994.
A partir de 2006 el país entró en un período de fuerte crecimiento económico, consiguiendo registrar los siguientes años un crecimiento medio del 8 % anual, convirtiéndose en una de las economías de más rápido desarrollo en África. Este crecimiento económico sostenido ha estado acompañado de una reducción de los niveles de pobreza desde el 70 % en 199431 al 45 % en 2011.32 Las infraestructuras se han desarrollado rápidamente, con un aumento del número de conexiones a la red eléctrica desde 91 000 en 2006 a 215 000 en 2011.
La unidad monetaria del país es el franco ruandés.