Economía
La economía de Sudáfrica es la más potente e importante del continente africano, concentra casi el 25 % de todo el PIB de continente, y desempeña un papel importante en el desarrollo de la región. Está considerada como una economía de renta media-alta por el Banco Mundial. La economía sudafricana cuenta con un gran volumen de capital nacional —público y privado— en estrecha relación con las grandes economías mundiales. Pese a esto, el desempleo es extremadamente alto y Sudáfrica está dentro de los diez países con más desigualdad social según el coeficiente de Gini, alrededor de un cuarto de la población está desempleada y la misma proporción vive con menos de 1,25 dólares por día. En 2010, se estimaba que la mano de obra total del país ascendía a 17 390 000 personas. En 2007, el 9 % de los trabajadores se ocupaba en la agricultura, el 26 % en la industria y el 65 % en servicios. Desde 2004 en adelante, el crecimiento económico ha ido en aumento, tanto en el empleo como en la formación de capital. En el año 2011 fue oficialmente nombrado uno de los integrantes de los países BRICS. Sudáfrica es un destino turístico muy popular, y una cantidad sustancial de los ingresos proviene del turismo.
La moneda nacional es el rand sudafricano. Su código ISO 4217 es ZAR. Esta moneda también es usada en otros países del Área Monetaria Común de África del Sur. La Bolsa de Johannesburgo es la más importante bolsa de valores de África y ocupa el puesto decimoséptimo dentro de los mayores mercados bursátiles del mundo. Entre los principales socios comerciales internacionales de Sudáfrica —además de otros países africanos— se encuentran Alemania, los Estados Unidos, China, Japón, el Reino Unido y España.
En 2019, el salario medio de los sudafricanos blancos es 3,5 veces superior al de los sudafricanos negros. El desempleo afecta al 27% de la población